Contra la indolencia académica; en defensa de la organización estudiantil y sindical
26-enero-2016
Los pasados días 15 y 22 de enero, profesores y alumnos de varios colegios se presentaron en el espacio público conocido como “el Aeropuerto” de la Facultad de Filosofía y Letras con el objetivo de desplazar a los vendedores ambulantes que se instalan ahí cotidianamente. Ante esta acción manifestamos lo siguiente:
1.- Entre los vendedores agredidos se encuentra Marco, trabajador agremiado en el Sindicato Mexicano de Electricistas, quien en 2010, al igual que miles de trabajadores, fue privado de su empleo por el gobierno panista de Felipe Calderón. Al decretar la extinción de la paraestatal Luz y Fuerza del Centro, los objetivos de dicho gobierno eran, en primer lugar, desmantelar un bastión clave del sindicalismo democrático mexicano y, en segundo lugar, aumentar el ejército industrial de reserva para permitir a los capitalistas bajar los salarios de la totalidad de los trabajadores en el país. Por lo tanto, todo aquel que quiera privar a esos electricistas de las únicas fuentes de ingresos a las que pueden acceder, no está sino terminando el trabajo de Felipe Calderón y su gobierno derechista. Para esa deleznable causa están trabajando todos aquellos que han acudido a dicha convocatoria y que han hecho de las suyas en las fechas señaladas. Al mismo tiempo, avalan con sus acciones las políticas del capitalismo neoliberal sostenidas por todos los partidos electorales, que ya en el marco de una terrible crisis económica y de una caída estrepitosa de los salarios reales, orillan a los trabajadores y desempleados a unas condiciones de vida cada vez más miserables. En ese sentido, la llamada “recuperación” del Aeropuerto es una acción política que se pone cínicamente del lado de la clase dominante y del Estado, como vestigio del calderonismo y retaguardia del peñismo.
2.- En la lucha para defender al SME intervinieron un gran número de estudiantes de nuestra facultad. En ese sentido, entendemos la agresión a Marco como una agresión a todos esos estudiantes y a la comunidad de la Facultad y su tradición de lucha en general.
3.- En la medida en que el personal de vigilancia de la Facultad, por órdenes de la directora Gloria Villegas y de su perro de guardia Javier Torres Pares, han amedrentado a Marco en dos ocasiones e incluso le han robado mercancía, señalamos la plausibilidad de que las autoridades estén detrás de esta nueva agresión. Recordemos que ya en otras coyunturas han organizado reuniones espurias para provocar violencia en torno a los espacios estudiantiles. Esto, sumado a las provocaciones montadas contra activistas y al uso de cámaras y dispositivos de espionaje contra el movimiento estudiantil, sólo confirmaría una vez más la torpe vocación policiaca de Villegas y su “cuerpo directivo”, así como sus tendencias represoras y la falsedad de todo diálogo o discusión que pretendan entablar con los estudiantes organizados.
4.- En la convocatoria que los organizadores de esta “retoma” lanzaron para el pasado viernes, hicieron gala de una gran capacidad para hablar mucho sin decir nada. El paisaje, el horizonte, el “contacto, intercambio, contagio”, etc. nos parecen lugares comunes lanzados en el vacío y sin la menor consideración del contexto. Al final, es sólo la afirmación de que son personas “ajenas a la comunidad” las que se han apropiado del espacio la que sustenta su “retoma”. Por consiguiente, como lo han hecho casi todos los que han atacado los espacios estudiantiles en el pasado, no pueden sino refugiarse en lo políticamente correcto y en lo jurídicamente aceptable para disfrazar su odio de clase, sus aspiraciones protofascistas y su pretensión de unos espacios blancos, libres de pobres y al margen de la conflictividad social que caracteriza al mundo de nuestros días. Detrás de su fingida e insoportable nostalgia, están las añoranzas burguesas del académico que se pretende ario y que, para su desgracia, estudia o trabaja en una universidad pública y de masas. Añoranzas que les hacen perder el piso y olvidar que, en nuestra Facultad, una posición tan endeble y ambigua como la suya será motivo de discusión y de crítica antes que de dogmática y sumisa toma de partido. No habrá la confrontación que buscan y de ninguna manera permitiremos que su agresión de estos días pase a serlo contra los espacios estudiantiles de organización política.
5.- Condenamos el uso privado de los espacios por individuos que se amparan en el movimiento estudiantil sin realizar ningún tipo de trabajo político en la Facultad y sin ser parte de la lucha de los trabajadores en contra de la política neoliberal reformista. Sabemos que esto da lugar al establecimiento de relaciones clientelares con las autoridades y con el Patronato Universitario que, a la larga, funcionan como ariete en contra del movimiento obrero y estudiantil.
6.- Interpretaremos cualquier agresión física a Marco como una agresión a la organización estudiantil y sindical y tomaremos en ese caso las medidas que sean necesarias. No permitiremos que la violencia calderonista sea continuada y reproducida en una Facultad que en su momento defendió a los electricistas y que lo seguirá haciendo mientras en ella sobrevivan la crítica y la desobediencia de los mandatos del estado y del capital, verdaderos mecenas de estos nostálgicos sin memoria.
1.- Entre los vendedores agredidos se encuentra Marco, trabajador agremiado en el Sindicato Mexicano de Electricistas, quien en 2010, al igual que miles de trabajadores, fue privado de su empleo por el gobierno panista de Felipe Calderón. Al decretar la extinción de la paraestatal Luz y Fuerza del Centro, los objetivos de dicho gobierno eran, en primer lugar, desmantelar un bastión clave del sindicalismo democrático mexicano y, en segundo lugar, aumentar el ejército industrial de reserva para permitir a los capitalistas bajar los salarios de la totalidad de los trabajadores en el país. Por lo tanto, todo aquel que quiera privar a esos electricistas de las únicas fuentes de ingresos a las que pueden acceder, no está sino terminando el trabajo de Felipe Calderón y su gobierno derechista. Para esa deleznable causa están trabajando todos aquellos que han acudido a dicha convocatoria y que han hecho de las suyas en las fechas señaladas. Al mismo tiempo, avalan con sus acciones las políticas del capitalismo neoliberal sostenidas por todos los partidos electorales, que ya en el marco de una terrible crisis económica y de una caída estrepitosa de los salarios reales, orillan a los trabajadores y desempleados a unas condiciones de vida cada vez más miserables. En ese sentido, la llamada “recuperación” del Aeropuerto es una acción política que se pone cínicamente del lado de la clase dominante y del Estado, como vestigio del calderonismo y retaguardia del peñismo.
2.- En la lucha para defender al SME intervinieron un gran número de estudiantes de nuestra facultad. En ese sentido, entendemos la agresión a Marco como una agresión a todos esos estudiantes y a la comunidad de la Facultad y su tradición de lucha en general.
3.- En la medida en que el personal de vigilancia de la Facultad, por órdenes de la directora Gloria Villegas y de su perro de guardia Javier Torres Pares, han amedrentado a Marco en dos ocasiones e incluso le han robado mercancía, señalamos la plausibilidad de que las autoridades estén detrás de esta nueva agresión. Recordemos que ya en otras coyunturas han organizado reuniones espurias para provocar violencia en torno a los espacios estudiantiles. Esto, sumado a las provocaciones montadas contra activistas y al uso de cámaras y dispositivos de espionaje contra el movimiento estudiantil, sólo confirmaría una vez más la torpe vocación policiaca de Villegas y su “cuerpo directivo”, así como sus tendencias represoras y la falsedad de todo diálogo o discusión que pretendan entablar con los estudiantes organizados.
4.- En la convocatoria que los organizadores de esta “retoma” lanzaron para el pasado viernes, hicieron gala de una gran capacidad para hablar mucho sin decir nada. El paisaje, el horizonte, el “contacto, intercambio, contagio”, etc. nos parecen lugares comunes lanzados en el vacío y sin la menor consideración del contexto. Al final, es sólo la afirmación de que son personas “ajenas a la comunidad” las que se han apropiado del espacio la que sustenta su “retoma”. Por consiguiente, como lo han hecho casi todos los que han atacado los espacios estudiantiles en el pasado, no pueden sino refugiarse en lo políticamente correcto y en lo jurídicamente aceptable para disfrazar su odio de clase, sus aspiraciones protofascistas y su pretensión de unos espacios blancos, libres de pobres y al margen de la conflictividad social que caracteriza al mundo de nuestros días. Detrás de su fingida e insoportable nostalgia, están las añoranzas burguesas del académico que se pretende ario y que, para su desgracia, estudia o trabaja en una universidad pública y de masas. Añoranzas que les hacen perder el piso y olvidar que, en nuestra Facultad, una posición tan endeble y ambigua como la suya será motivo de discusión y de crítica antes que de dogmática y sumisa toma de partido. No habrá la confrontación que buscan y de ninguna manera permitiremos que su agresión de estos días pase a serlo contra los espacios estudiantiles de organización política.
5.- Condenamos el uso privado de los espacios por individuos que se amparan en el movimiento estudiantil sin realizar ningún tipo de trabajo político en la Facultad y sin ser parte de la lucha de los trabajadores en contra de la política neoliberal reformista. Sabemos que esto da lugar al establecimiento de relaciones clientelares con las autoridades y con el Patronato Universitario que, a la larga, funcionan como ariete en contra del movimiento obrero y estudiantil.
6.- Interpretaremos cualquier agresión física a Marco como una agresión a la organización estudiantil y sindical y tomaremos en ese caso las medidas que sean necesarias. No permitiremos que la violencia calderonista sea continuada y reproducida en una Facultad que en su momento defendió a los electricistas y que lo seguirá haciendo mientras en ella sobrevivan la crítica y la desobediencia de los mandatos del estado y del capital, verdaderos mecenas de estos nostálgicos sin memoria.
Izquierda Revolucionaria Internacionalista
Buenaventura Durruti
"Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones"
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